Estuve desnuda, tumbada en tu cama, que no era tuya,
y mucho menos mía. Eso nunca.
Nos desaprovechamos entre besos que no nos llevaron,
ni nos llevarán, a ninguna parte.
Mordí la argolla que me unía a ti, la mordí hasta sangrarte,
pero la única que lloró sangre, aquí, fui yo.
La única que perdió y a la que perdiste.
Porque todas las lluvias no son como aquella, no saben igual.
Porque ahora, todas, escuecen en los ojos.
Nos comíamos a besos, literalmente. Nos comíamos hasta
quedarnos sin dientes. Nos abrazábamos durante horas, como
gilipollas, y nos abrasábamos con el ácido de nuestra vergüenza
como cerdos, en oro, légamo.
Hoy estuve desnuda, ajena a todo porque nada de lo que
hay aquí nos pertenece. Hoy estuve a la espera de esas gotas,
a la espera de una lluvia que me convirtiera en oro para
demostrarme que aún, todo sigue igual.
La Niña de Las Naranjas
http://awixumayita.blogspot.com/2009_02_01_archive.html
Ojalá te sientas así, bella mujer, inspiras sueños tan intensos !!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario