No la conocí mucho,sólo en lo virtual y en circunstancias especial y ni me enteré que nos dejó, pensaba que seguía su vida con Julieta con su gran alegría.
Fueron unos cuantos años hablando, contagió su alegría, su descubrimiento por los placeres, por el placer de la vida, me regaló sus dones y tal cual se mostraba espléndida.
No hubo manera. No pude decirle lo mucho que me alegraba los momentos que compartí con ella, no tuve valor como ella, me apabullaba, era la persona vital que todos deseamos, y luchadora hasta el final.
Susi no cambió ni con el éxito ni con el fracaso, ni con la felicidad ni con la desgracia. Era una vitalista convencida, apasionada, intensa y lo contagiaba a prácticamente desconocidos.
Siempre sonreía.
Jamás hablé sinceramente con ella. evitando profundizar en el dolor de la enfermedad, pero de mis conversaciones con ella saqué la conclusión de que le molestaba un poco la eterna historia de que era una luchadora, pero no era así: era una lección de vida para todos los que a diario nos ahogamos en un vaso de agua. Algo que, por cierto, jamás le dije.
Y qué suerte tuvieron, y qué suerte tuvimos, y cómo vamos a presumir a los cuatro vientos que nosotros fuimos amigos o compartimos momentos con Susana. Nunca te olvidaré como admirador virtual.
No hay consuelo pero en momentos así recuerdo la carta de Lincoln, a quién la angustia de las madres desoladas conmovía muy hondamente, a la señora Bixby
"Estimada Seńora:
El Ministerio de Guerra me ha enviado un telegrama del ayudante general en Massachusetts, según el cual usted es la madre de cinco hijos que alcanzaron la gloria en el campo de batalla.
Cuán fútil e insignificante sería cualquier palabra mía que intentara disminuir la angustia producida por tan abrumadora pérdida.
Pero no puedo sino ofrecerle el consuelo que tal vez pueda hallar en la gratitud de la República por la cual se inmolaron.
Ruego al Padre Celestial que atenúe la angustia de su luto y que sólo guarde Ud. el dulce recuerdo de sus seres queridos y el profundo y merecido orgullo de tan supremo sacrificio en el altar de la libertad.
Saludo a Ud. respetuosamente
Abraham Lincoln".
Susana murió el 29 de abril de 2010. Murió en el hospital en Huesca (estaba con Julieta y su hermana).
El 1 de mayo nos juntamos muchos de sus amigos y amigas para despedirla y en Lérida la incineraron.
D.E.P
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